jueves, 25 de julio de 2013

La mentalidad de los barcos falsos

Este documento se convirtió en la posibilidad de acercarse a componentes personales, además, que define al ser desde su cotidianidad. El texto permite reflexionar acerca de la”forma”  del como llevamos nuestra vida, que pensamientos nos definen y que sentimientos nos permiten ser individuos únicos. El planteamiento del texto, aunque un poco raro al inicio, te posibilita entrar en un mágico juego de palabras,  en un lenguaje poco cotidiano que  después de profundizar en él,  permite entender la idea general del texto.

El autor plantea varias situaciones que generan la necesidad de pensarlas partiendo de los contextos individuales ya que cada uno o cada “nave” posee realidades diferentes las cuales no pueden considerarse ni falsa ni verdaderas puesto que no conocemos la línea que precisa  la veracidad de estos pensamientos porque la forma nos define y  por ende todo es válido. Pensar es moverse  en el mundo. Detenerse a  pensar sobre lo que se hace y se quiere, es mejor que encontrase un día con que no llevas el control y el exterior determina tu vida.

A su vez, este texto  es  un claro ejemplo de las grandes posibilidades que se pueden crear a partir del lenguaje y  el uso adecuado de las palabras. Es claro, que la comunicación debe darse de la forma adecuada para transmitir el mensaje esperado y en este caso, el planteamiento del texto y del lenguaje utilizado atrapa al lector hasta el final y cumple con la función de motivar  a pensar y a reflexionar sobre nuestra “forma”.


Si no se puede distinguir entre lo falso y lo verdadero. ¿Porque en la vida cotidiana se asume como necesario la distinción entre ambas?